CAPITULO 3. EL CHICO MISTERIOSO El domingo era el día en que nos dejaban salir e ir a la ciudad. Estaba contenta por poder salir de allí aunque solo fuera un día. Con Lara y las demás habíamos planificado un día redondo. Primero por la mañana iríamos de compras por la calle Mayor y por el mercado del pueblo, luego comeríamos en una pizzería o en un Frankfurt y por la tarde iríamos al cine y a tomar algo antes de volver al autobús a las 7. Lara me estiró del brazo. -¡Vamos Clara, o no tendremos sitio!-me dijo mientras me empujaba hacia la puerta. Encontremos un sitio y nos sentemos detrás de Vicky y Diana. -Eh, chicas, ¡he traído cámara!-nos dijo Diana con una sonrisa. -¡Pues ya podemos empezar a usarla!-gritó Lara y nos pasemos todo el viaje haciéndonos fotos las 4. Al llegar, nos reunimos con Gema y Julia, que habían tenido que ir en otro autobús. Antes de marcharnos, las profesoras nos dieron una charla sobre las normas y sobre como nos teníamos que comportar en la ciudad.
Pensamientos, reflexiones y libros. Muchos libros.