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El orgullo

Me hace gracia ver gente que dice "Si me quiere, ya vendrá a por mí". El problema es que en la mayoría de las veces, los dos opinan lo mismo.
Imagina la situación:
Dos personas empiezan a notar algo hacia el otro, la chica espera que le hable el chico, el chico espera que le hable la chica.
Otra situación:
Una pareja se pelea. Los dos saben que han hecho mal y lo sienten, pero ninguno de los dos quiere reconocerlo. Ella espera que él se disculpe, él espera que lo haga ella. Ninguno de los dos lo hace. La relación se va al traste aunque los dos se quieran.
¿Quién debe ceder en la lucha contra el orgullo? Si empiezas tú, pierdes el orgullo. Si empieza él, tu lo mantienes pero lo pierde el otro. 
Dicho esto, podemos decir: ¿sirve de algo el orgullo delante de estas situaciones? Lo único que provoca es la pérdida de algo que quieras, que deseas, que anhelas. ¡No importa perder el orgullo! Si perderlo implica ganarlo a él, es la mejor opción sin lugar a dudas.

"Si usted quiere saber lo que una mujer dice realmente, mírela, no la escuche."
Oscar Wilde

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